¿Cómo sé si mi hijo tiene caries?

Cómo saber si mi hijo tiene caries

En el post de hoy, toca hablar de una de las enfermedades más comunes en los pacientes que diariamente vienen a visitarnos, LA CARIES DENTAL.

Aprovecho para decir, que desde que empecé en el mundo de la odontopediatría, he visto como la cantidad de niños que padecen caries va aumentando día a día, y cada vez a edades más tempranas. Por tanto, ¿qué estamos haciendo mal? En este articulo pretendo dar respuesta a todas las dudas que rodean a la caries dental.

¿Qué es la caries dental?

La caries actualmente se define como una disbiosis, es decir, un desequilibrio entre las distintas bacterias presentes en la boca, que provoca que las bacterias ácidas se multipliquen y dañen el esmalte dental. Y este desequilibrio se produce por la presencia frecuente a azúcares, por tanto, estamos hablando de una enfermedad azúcar dependiente.

Según la evidencia científica más actual, la caries no solo se produce por un consumo frecuente de azúcares refinados, sino también por un cepillado dental ineficaz que dará lugar a un acúmulo de placa sobre los dientes y por no usar una adecuada pasta dental con flúor.

Esta nueva definición refleja que la caries ha dejado de ser definida como una enfermedad infecciosa y transmisible, por tanto, es un error seguir pensando que la caries se hereda.

Manchas en las muelas que no son caries

Motivo de la consulta: caries. Esta es la causa más común por la que los padres acuden a la consulta y muchas veces, esa mancha que nos señalan mientras vemos la boca de su hijo resulta que, no es una caries. Entonces, ¿qué manchas puede haber en las muelas que no sean caries?

Es cierto que en ocasiones los niños presentan un cambio en el color de alguna muela y es normal que los padres piensen que está pasando algo. Por ello, os vamos a explicar algunas manchas que no son caries, la razón de por qué aparecen y qué deben hacer los padres si esto ocurre.

  • Manchas por defectos de estructura: se llaman hipomineralización e hipoplasias, y se producen por una alteración en la cantidad y/o calidad adecuada del esmalte. La muela la podemos ver como una mancha de color amarilla o marrón. Estos defectos pueden provocar sensibilidad, aumento del riesgo de caries y desgaste. Por eso el diagnóstico temprano y el abordaje preventivo es el mejor tratamiento.

Manchas por defectos de estructura

  • Manchas por mal cepillado dental: de color marrón o amarillas, producidas por un acúmulo de placa bacteriana como consecuencia de un incorrecto cepillado. El mejor consejo es motivar e instruir a los niños y a sus padres sobre qué técnica de cepillado dental es la más correcta, y explicarle paso a paso cómo deben hacerla. Todo se aprende, por eso como dentistas tenemos la obligación de enseñar a los padres cual es la mejor forma de realizar el cepillado en su hijo y qué pasta de dientes debe utilizar según su edad y riesgo de caries.

Manchas en los dientes por mal cepillado

  • Manchas por medicamentos: por ejemplo, el consumo de hierro para el tratamiento de la anemia. Estas manchas no se quitan con el cepillado, por eso habrá que realizar una limpieza profesional cuando termine el tratamiento.
  • Manchas por bacterias cromógenas: por la presencia de un tipo de bacterias inocuas que hacen que aparezcan unas manchas de color marrón o incluso negro en la zona del diente más cercana a la encía. Y al igual que pasa con las manchas por medicamentos, tendremos que realizar una limpieza dental para quitarla, advirtiendo a los padres que pueden volver a aparecer de nuevo.

Manchas en los dientes por acumulación de bacterias cromógenas

¿Cuándo acudir al dentista con mi hijo, antes o después de que tenga caries?

Tristemente sigue existiendo una falsa creencia que debemos acudir al dentista cuando veamos ya lesiones de caries en la boca de nuestro hijo, siendo el motivo de consulta más frecuente en los pacientes que vienen a nuestras clínicas. Por eso, os lanzo una pregunta… ¿qué es mejor ir al dentista porque duele una muela o para que no duela nunca?  

Lo más importante es realizar un cambio drástico de pensamiento y no olvidar nunca que cuando nos enfrentamos a cualquier enfermedad siempre es mejor prevenir que curar. De hecho, la caries es considerada un problema grave de Salud Pública, por su alta prevalencia, por las consecuencias físicas que provoca y por las repercusiones socioeconómicas que conlleva.

Por ello, todo niño debe visitar por primera vez al dentista tras la erupción del primer diente o en el transcurso del su primer año de vida. Se conoce como la fórmula 1+1=0 (primera visita al dentista con la erupción del primer diente dará como resultado cero caries).  La finalidad principal es fomentar que los niños crezcan manteniendo una buena salud oral desde bebés, pues nuestro deber es el de educar en salud y crear una relación cercana entre el odontopediatra, el niño y su familia.

¿Cómo prevenir las caries?

La caries debemos entenderla como una enfermedad, como un concepto único y en singular. Los agujeros, serían las lesiones en los dientes que se producen cuando existe un desequilibrio en nuestra boca que provoca una multiplicación de las bacterias ácidas que dañan nuestro esmalte.

Por esta razón insisto e insistiré una y mil veces que la restauración (empastes, implantes, fundas, etc.) no curan ni curarán esta enfermedad, pues es fácil entender que este tipo de tratamientos no influyen ni mejoran los factores que causan la caries.

Por ello, TODOS somos responsables:

  • Por un lado, los padres tienen que entender que tenemos que acudir con nuestros hijos al dentista para que nos ayuden a mantener la enfermedad de caries siempre equilibrada, cambiar los hábitos de alimentación limitando al máximo el consumo de azúcares y promover el cepillado al menos dos veces al día con una correcta pasta dental fluorada.
  • Por otro lado, los dentistas tenemos que realizar un cambio brusco pero necesario y obligatorio en nuestra forma de trabajar fomentando planes de salud y no de tratamiento. Sólo así podremos ayudar a la sociedad a disminuir esta prevalencia tan alta de lesiones de caries, sólo así triunfaremos en la lucha contra esta enfermedad. Por ello, el plan de salud ideal sería:
  1. Mantener la salud dental evaluando factores de riesgo de enfermedad, hábitos dietéticos, especialmente la exposición frecuente a azúcares; control de la placa bacteriana, uso de flúor, historia médica, y el estado dental de los principales cuidadores del niño.
  2. En caso de lesiones iniciales, detectarlas y detener su progreso.
  3. En caso de lesiones cavitadas, restaurar el diente y recuperar la salud oral.

En conclusión, si estás de acuerdo con todo lo explicado anteriormente y estás dispuesto a que tus hijos se enriquezcan y beneficien de este pensamiento de salud, ven a visitarnos y firmemos el compromiso de conseguir una generación de cero caries, sólo así ayudaremos que la salud se transforme en un concepto generacional y duradero.

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